Hiro Yamagata sobre ruedas.

Hiro Yamagata sobre ruedas.

El japonés Hiro Yamagata ha reformulado los soportes clásicos de la pintura. Desde su prisma vislumbra hemorragias de color, que plasma en clásicos y bellos descapotables de la marca Mercedes.

Yamagata, se embarcó en este original proyecto que denominó Earthly Paradise. Inicialmente, se asesoró con técnicos automotrices que se encargaron de localizar los vehículos deseados. Una vez los consiguió, empeño que le llevó años de recopilación, el artista precisó de un enfoque multidisciplinar, además de un colectivo especializado para la factura de estos lienzos sobre ruedas.

Los diseños de vegetación tropical, son preciosistas y fueron realizados con gran detallismo y elegancia. Capós, puertas, yantas o parachoques, sufrieron la transformación artística para convertirse en verdaderas obras de arte.

Fantasía, arte y visión científica.

Hiro Yamagata, indaga en la vertiente científica para llevar a cabalidad su proyecto. Sus trabajos se insertan en un estadio de fantasía, donde el aspecto onírico es su principal componente.

Colores vivos y vibrantes conforman el Paraíso Terrenal de estos clásicos de ensueño. Yamagata rechaza el vacío, el horror vacui es crucial en las espesas junglas tropicales. Parece que los monzones, han retomado sus ciclos húmedos sobre estos vergeles rodantes, y como respuesta; mariposas, rosas multicolores, girasoles, amapolas o violetas.

Delfines danzan en los océanos, grandes espesuras amazónicas, frondosos jardines de enormes hojas, tan verdes como un trigal tocado por el matutino rocío. La forma final de estas restauraciones desemboca en fastuosos automóviles, muy demandados por coleccionistas.

En muchos de los casos, los Mercedes fueron rescatados de la chatarra. Sin embargo, el tiempo futuro ha jugado a su favor. El quirófano de Yamagata se ha encargado de la metamorfosis, haciendo posible que algunas de las grandes casas de subastas internacionales, tengan en sus catálogos estas joyas estivales.

Flower Power, color, motor y colección.

Es el caso de RM Sotheby, que en 2016 sacó a subasta en Monterey, California, el exclusivo Mercedes “Flower Powerperteneciente a la serie de Earthly Paradise, con motivo del Festival de Pebble Beach. Un collage primaveral, que no escatima en presentar grandes formas florales, o lepidópteros de alas magestuosas y ornamentadas. Un soporte inusual para unas piezas dignas de museos.

No escasea ningún color del arco iris, tal y como es habitual en las obras pictóricas del artista nipón. Pop Art y lenguaje Naíf en composiciones ingenuas, planas y cargadas de colorido, son su seña identitaria.

 

Mercedes 220 clase A Cabriolet, fue el modelo elegido para fusionar en sus chasis, símbolos que evocan a la más pura naturaleza, y que en su corazón albergan poderosos motores de combustión invasivos con el medio ambiente.

La colección Earthly Paradise, recorrió museos internacionales en Asia, Europa y América, entre 1995 y 1997. El modelo “Flower Power” fue adquirido por el coleccionista de Los Ángeles, Vicente Mandzak. Más tarde, pasó a formar parte de RM Sotheby.

Restauraciones mágicas a través de la pintura, seductoras formas y lenguajes de gran belleza cromática. Fragilidad y pureza de gran lirismo, demuestran el trabajo exhaustivo y científico que Hiro Yamagata, un resucitador de autos clásicos adscritos a la contemporaneidad.

 

Arte experimental y el retoño de los descapotables.

El artista, enmarca sus obras dentro de la versatilidad y del trabajo experimental. Conjuga arte y ciencia, arte y vida, su fascinación por la naturaleza y la relación del hombre con el medio que lo rodea. Parece añorar paisajes extintos, jardines agotados y mares fecundos, que vivifica creando un puente motorizado entre el mundo onírico y los elegantes descapotables renacidos.

Yamagata, estampó entes frágiles y evocadores que producen calidez y luz. Materia orgánica transferida al metal, impresionando a sus espectadores y transportándolos a un viaje que remite al anhelado paraíso terrenal. Un “Jardín de las delicias” motorizado.

Los colores empleados para estas intervenciones, parecen casi irreales. Los efectos, trabajados minuciosamente, reflejan un extremado atildamiento de estilo. Olas, pétalos, hojas y bellos insectos alados que alardean de exuberancia y sofisticación.

La relación del artista con la tecnología es un referente en sus obras, y qué duda cabe, que estos prístinos vehículos fueron en su momento innovadoras máquinas de velocidad. Mercedes-Benz, fabricó estas lujosas obras de la ingeniería automotriz, haciendo eco a su eslogan “The best or nothing”. Y así ha correspondido Yamagata, con intervenciones artísticas que han incluido las selectas máquinas en los más exclusivos templos del arte.

 

Viejos vehículos, nuevos soportes.

Los Mercedes, han servido para incursionar en una nueva dimensión en el ámbito de los soportes pictóricos. Los tradicionales padecen de agotamiento, se han quedado anquilosados y relegados en una pantalla primitiva.

El binomio naturaleza & máquina, polos opuestos que incursionan en los límites de lo material y lo orgánico. Un lienzo inerte para visibilizar una revelación plena de vida, eterna y placentera al ojo humano. Existencia alegre y vigorosa, existencia banal en jardines de pasión y gloria, existencia sobre ruedas, velocidad, lujo y arte de la mano del extraordinario Hiro Yamagata.